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Javi baron

Fotografía: Jesús Massó

Cualquiera que haya ejercido el periodismo en la provincia de Cádiz sabe que aquí existen tres reinos de taifas mediáticos que coinciden con las tres cabeceras del Grupo Joly: La capital, Jerez y Algeciras. Somos la única provincia que cuenta con más de una delegación de Canal Sur y esto no nos hace más especiales, sino más divididos.

La cosa llega a ser tan absurda que los periodistas de Jerez tienen que hacer constantemente cabriolas lingüísticas para no decir la palabra Cádiz en sus crónicas y en Algeciras se habla todo el rato de “La Comarca” como si fuera una vasta tierra llena de enigmas, parecida a la del Señor de los Anillos. Mientras tanto, desde la capital se mira al resto con una altanería patética porque cada vez que envían una carta, en el remite tienen que poner entre paréntesis “Cádiz”. Y se sienten orgullosos de ello, como un mendigo que tiene acciones en bolsa que no valen para nada. 

Una buena muestra del esperpento que supone esta división mental (o más bien empanada mental) que tenemos, fue lo que me dijo hace unos años un punky muy borroka de Puerta Tierra durante una fiesta: Euskadi es libre, pero Algeciras no, Algeciras es nuestro.

Estas disputas internas no hacen más que dificultar el entendimiento entre tres de las ciudades más importantes de Andalucía para reclamar de manera conjunta algo que no sólo es justo y necesario, sino que también es nuestro deber y salvación: una política integral y efectiva contra la tasa de desempleo más alta de Europa.

Supongamos por un momento que los políticos deciden hacer las cosas bien y promueven realmente la consecución de un Parque Tecnológico en Las Aletas con empresas reales funcionando y no con subcontratas cutres que tiran de BOE y BOJA para sacar una buena tajada en poco tiempo. ¿Cuánto tardarían en Jerez y en Algeciras en reclamar algo parecido a base de reproches? ¿qué pasaría si lo ponen en El Portal, acaso los gaditanos no pondrían el grito en el cielo? Se crearía una situación que sin duda desesperaría a cualquier cargo público bienintencionado.

Si bien la terapia de pareja es complicada, la de un trío ni te cuento. ¿Cuál es la solución? ¿irnos todos a vivir a Medina? El remedio no es otro que conocernos mejor los unos a los otros para comprobar que nos parecemos mucho más de lo que nos diferenciamos, que establecer objetivos comunes es mucho más sencillo de lo que parece si dejamos a un lado los agravios comparativos y que tener más gracia que el otro sólo te convierte en el mejor payaso de toda España. Resumiendo: que de una vez por todas en la provincia de Cádiz, como tal, tenemos que empezar a tomarnos muy en serio.

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